No es lo mismo que te llamen “orgullosa” o que te sientas “orgullosa”¿no crees?
Si alguien dice que eres orgullosa hay una valoración crítica, te lo comenta para que puedas rectificar y no se da cuenta de cómo te puedes estar sintiendo o por qué.
El sentimiento de orgullo de tipo defensa se produce también cuando interpretas que comentarios de una persona son condescendientes, cuando creen que te mereces menos o que no serás capaz de algo. También tiene lugar cuando alguien te da un regalo o ayuda que no has pedido y no quieres sentirte inferior. El tipo de actitud ante el que reacciona un orgullo, a la defensiva, es cuando sientes que te ponen por abajo o te hacen sentir de menos. Ante esto, lógicamente, nos revolvemos.
En cambio, cuando te sientes contenta contigo misma es porque hay un reconocimiento interno de algo que has hecho bien. Es un sentimiento privado que tiene que ver con tu relación intrapersonal y del que no tiene que percatarse nadie más. Con él te cuidas y te construyes, ya que confirmas todo lo que ves en ti y lo que consigues con tu esfuerzo y dedicación.
El orgullo en sí no es ni bueno ni malo. Es un sentimiento que está asociado a nuestra autoestima, por un lado la protege y por otro la fortalece. La cuestión es si lo notas desequilibrado o no lo puedes gestionar. Para ello puedes observar ante qué reaccionas o sobrerreaccionas y si eres capaz de sentirte satisfecha de ti misma por algo.
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