Cuando no confiamos en nosotros mismos no podemos realmente ser lo que somos así que nos convertimos en otra cosa: en una persona miedosa, ansiosa e insegura.
Y se da porque…
Si no creemos que podremos gestionarnos emocionalmente nos entra el miedo a relacionarnos con otras personas.
Si no tenemos claro que nos acordaremos de cumplir con los compromisos contraídos nos entra el pánico porque desconfiamos de nosotros mismos.
Si no sabemos cómo podremos estar mañana porque dependemos de cómo esté nuestra pareja, hijos o padres nos entra miedo al futuro.
Todo este miedo y ansiedad se produce porque no estamos bien conectados con nuestras raíces y con nuestro potencial.
Trabajando con nosotros mismos podemos sacarnos de encima todas estas capas de miedo que ensombrecen la luz que hay debajo. Nuestro yo auténtico que está esperando que le demos una oportunidad para brillar.
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